Socialismo y capitalismo: dos caras de la misma moneda. Ed Vaghi Eccher
Ed Vaghi Eccher
Lo más difícil es identificar al verdadero enemigo. Pero aún si se lograra identificar, la sociedad no se rebelaría. Entonces la pregunta es; ¿Por qué la sociedad nunca se rebela ante las constantes imposiciones de cualquier índole que sufre a lo largo de la vida?
El capitalismo y el socialismo son dos caras de una misma moneda. Ambos están diseñados para que no funcionen. No es necesario ser historiador ni futurólogo para darse cuenta que el socialismo nunca funcionó y que nunca va a funcionar. El Estado no es una empresa, es decir, no crea dinero. Lo que hace, es trasladar riqueza de un sector a otro, por lo que siempre genera pobreza. En otras palabras, su objetivo es aumentar impuestos a los "ricos" para otorgárselos a los "pobres". El capitalismo no funciona por una razón muy simple, y es que es adicto a al crecimiento, a costa de lo que sea. Para el capitalismo cualquier motivo va a ser beneficioso, así se trate del el absurdo de la obsolescencia programada.
En realidad el sistema monetario no funciona. El dinero fue un invento del hombre para servir al hombre, por lo que el dinero debería ser un medio para facilitarle la vida al hombre, pero se utiliza al hombre como medio para generar más dinero.
Al mundo lo maneja el dinero, el motor de los acontecimientos históricos es el factor económico, y el factor económico no es un hecho de la naturaleza como pude ser la nieve o el trueno. El factor económico son los intereses de un conjunto de personas. Se trata de una estructura de poder que está por encima del poder político, el cual controla no solo a los gobiernos sino a la opinión pública mediante los diversos medios. En consecuencia, los pilares fundamentales del sistema son nuestras creencias, lo que nosotros consideramos nuestros valores y principios.
Hay un factor que impide unificarnos en pro de un bien común, y que trasciende al dilema ideológico entre socialistas y capitalistas. El sistema construye una red invisible de material indestructible, la cual imposibilita a los individuos rebelarse ante cualquier tipo de imposición, sin importar el grado de prejuicio que la coacción le ocasione. Este factor es la construcción de la familia.
La familia es lo primero, tiene un valor cultural sagrado en la sociedad. Un colectivo que está por encima del individuo. Es la respuesta que debe dar una candidata a Miss Universo si pretende ganar el certamen. Si cuando le preguntan; ¿Qué es lo más importante para vos en la vida? respondiera cualquier otra cosa, demostraría carecer del valor principal que da sustento a la vida en sociedad.
Este es el motivo principal por el cual el ser humano no se rebela. No estaría dispuesto a exponer a "su" familia, bajo ningún concepto. Pero sí estaría dispuesto a apoyar que otros ciudadanos carguen con un arsenal de armas de miles de dólares sobre sus espaldas, y den su vida por luchar contra el enemigo inventado por el gobierno de turno, que solicita lealtad a la patria en defensa de "tu" familia.
El individuo busca seguridad, y no puede interrumpir su rutina diaria. Inexorablemente debe trabajar y cumplir con sus obligaciones para mantener unida y sana a su familia. El es un producto de la maquinaria del sistema, y como tal, debe funcionar sin pausa. En otras palabras, el individuo libre representa un peligro para cualquier institución de poder.
Si un individuo se enterara de forma repentina que tiene un hermano, es decir, alguien que desconocía hasta ese momento, inmediatamente esa persona pasaría a ser más importante que el vecino de enfrente, por más que el vecino le haya ayudado en varias ocasiones. Este argumentaría de inmediato; es que la familia siempre está. Bien, imaginate el grado de cooperación mutua que existiría, si tu familia fuese una comunidad. Es decir, una familia de hombres y mujeres capaces de afrontar la vida de forma integral.
El sistema educativo es la raíz del desarrollo de un sistema
de vida. La verdadera educación debe tener como fin, el de capacitar al
individuo para que tenga una comprensión integral de la vida. Debe enseñarlo a
ser libre, compasivo, tolerante, aventurero, experimental y generoso. Debería
colocarlo en condiciones de resolver satisfactoriamente sus potenciales
complejidades. Pero lejos de todo esto, se dedica exclusivamente a
tecnificarlo, con el único fin de que sepa cómo ganarse la vida.